lunes, 3 de marzo de 2014

Expresión facial


Los signos faciales juegan un papel clave en la comunicación. Sólo es necesario ver cómo en las conversaciones telefónicas la ausencia de estas expresiones hacen reducir significativamente el número de elementos a disposición del receptor para interpretar los mensajes. Estas expresiones son, también, los indicios más precisos del estado emocional de una persona. Así interpretamos la alegría, la tristeza, el miedo, la rabia, la sorpresa, el asco o el afecto, por la simple observación de los movimientos de la cara de nuestro interlocutor. 
Probablemente, el punto más importante de la comunicación facial lo encontraremos en los ojos, el focus más expresivo de la cara. El contacto ocular es una señal clave en nuestra comunicación con los demás. Así, la longitud de la mirada, es decir, la duración del contacto ininterrumpido entre los ojos, sugiere una unión de mensajes. La comunicación ocular es, quizás, la más sutil de las formas de expresión corporal.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Distancias zonales


Generalmente, el individuo establece límites en el contacto en sus relaciones interpersonales, estableciendo ciertas distancias que marcan su zona de confort o incomodidad y estás según Allan Pease pueden dividirse en cuatro distancias zonales bien claras:
Zona íntima (de 15 a 45 cm) Es la más importante y es la que una persona cuida como su propiedad. Solo se permite la entrada a los que están muy cerca de la persona en forma emocional, como el amante, padres, hijos, amigos íntimos y parientes.
Zona personal (entre 46cm y 1,22 metros): es la distancia que separa a las personas en una reunión social, o de oficina, y en las fiestas.
Zona social (entre 1,22 y 3,6 metros): esa es la distancia que nos separa de los extraños, del plomero, del que hace reparaciones en la casa, de los proveedores, de la gente que no conocemos bien.
Zona pública (a más de 3,6 metros): es la distancia cómoda para dirigirnos a un grupo de personas.
Si bien toleramos intrusos en la zona personal y social, la intromisión de un extraño en la zona íntima ocasiona cambios fisiológicos en nuestros cuerpos. Por eso rodear con el brazo los hombros de alguien que uno acaba de conocer, aunque sea de manera muy amistosa puede hacer que la persona tome una actitud negativa hacia usted.
El hacinamiento en los conciertos, ascensores, ómnibus ocasiona la intromisión inevitable en las zonas íntimas de otras personas.
Los rituales del uso del espacio
Cuando una persona busca espacio entre extraños lo hace siempre buscando el espacio más grande disponible entre dos espacios ocupados y reclama la zona del centro. En el cine elegirá un asiento que este a mitad de camino entre el extremo de la fila y el de la persona que este sentada. El propósito de este ritual es no molestar a las otras personas acercándose o alejándose demasiado de ellas.
Zonas espaciales urbanas y rurales Los que crecieron en zonas rurales poco pobladas necesitan mas espacio que los que crecieron en lugares densamente poblados. La observación de cuanto extiende el brazo alguien para estrechar la mano da la clave para saber si se crió en una ciudad o en el campo. El habitante de una ciudad tiene su burbuja privada de 46 cm, y hasta esa distancia extiende el brazo para saludar. La persona criada en el campo puede tener su burbuja personal de 1 metro o más y hasta esa distancia extenderá la mano.

domingo, 20 de octubre de 2013

La interpretación de la postura


La postura de un individuo muchas veces constituye una clave de primer orden sobre la naturaleza de sus problemas. La postura es la clave no verbal más fácil de descubrir, y observarla puede resultar muy entretenido. Con sorprendente frecuencia, las personas imitan inconscientemente las actitudes corporales de los demás. Dos amigos se sientan exactamente de la misma manera, la pierna derecha cruzada sobre la izquierda, por ejemplo, y las manos entrelazadas detrás de la cabeza; o bien uno de ellos lo hace a la inversa, la pierna izquierda cruzada sobre la derecha, como si fuera una imagen reflejada en un espejo. Se denomina a este fenómeno posturas congruentes. Generalmente, dos personas que comparten un mismo punto de vista, suelen compartir también una misma postura.
Estudiar la postura de las personas durante una discusión es sumamente interesante, ya que muchas veces podremos detectar quién está a favor de quién, antes de que cada uno hable.
Las personas que no se conocen, evitan sin percatarse conscientemente, adoptar las mismas posiciones. La importancia de la imitación puede llegar a ser una de las lecciones más significativas que podemos aprender, pues es la forma en que los demás nos expresan que coinciden con nosotros o que no les agradamos.
Es mágica esta recomendación. Si una persona desea establecer rápidamente una buena relación y crear un ambiente tranquilo con su semejante, sólo debe copiar la postura y movimientos de éste para lograr sus objetivos.
Algunas veces cuando las personas se ven forzadas a sentarse demasiado juntas, inconscientemente despliegan sus brazos y piernas como barreras. Dos hombres sentados muy juntos en un sofá girarán el cuerpo levemente y cruzarán las piernas de adentro hacia afuera, o pondrán una mano o un brazo para protegerse el lado común del rostro.
Un hombre y una mujer sentados frente a frente a una distancia muy próxima, cruzarán los brazos y tal vez las piernas, y se echarán hacia atrás en sus asientos, demostrando con esta actitud que se encuentran cerrados o resistentes a entablar un proceso de comunicación.
La postura no es solamente una clave acerca de la personalidad, es también una expresión de la actitud. En efecto, muchos de los estudios psicológicos que se han hecho sobre la postura revelan acerca de los sentimientos de un individuo con respecto a las personas que lo rodean.
La inclinación leve hacia adelante, pero relajada y con la espalda algo encorvada, es un signo que demuestra simpatía con la persona que está conversando. La postura, recordemos, es el elemento más fácil de observar y de interpretar de todo el comportamiento no verbal. En cierto modo, es importante saber que algunos movimientos corporales que teníamos por arbitrarios son tan circunscritos, predecibles y, a veces, reveladores; pero por otra parte, es muy agradable saber que todo nuestro cuerpo responde continuamente al desenvolvimiento de cualquier encuentro humano. Por ejemplo, los vendedores que tienen como clientes parejas, deben observar los gestos de los cónyuges para ver quién los inicia y quién los copia. Si el marido es el que mantiene la conversación y la mujer no dice nada, pero usted observa que él copia los gestos de la mujer, descubrirá que es ella la que decide y firma los cheques, así que al vendedor le conviene dirigir su charla a la señora.
Movimientos corporales
Cualquiera de nosotros puede hacer un análisis aproximado del carácter de un individuo basándose en su manera de moverse (rígido, desenvuelto, vigoroso), y la manera en que lo haga representará un rasgo bastante estable de su personalidad. Tomemos por ejemplo la simple acción de caminar. Este sólo hecho nos puede indicar muchas cosas. El hombre que habitualmente taconee con fuerza al caminar nos dará la impresión de ser un individuo decidido. Si camina ligero, podrá parecer impaciente o agresivo, aunque si con el mismo impulso lo hace más lentamente, de manera más homogénea, nos hará pensar que se trata de una persona paciente y perseverante. Otra lo hará con muy poco impulso, como si cruzando un trozo de césped tratara de no arruinarlo y nos dará una idea de falta de seguridad.
El hecho de levantar las caderas exageradamente da la impresión de confianza en sí mismo; si al mismo tiempo se produce una leve rotación, estamos ante alguien garboso y desenfadado. Si a esto se le agrega un poco más de ritmo, más énfasis y una figura en forma de guitarra, tendremos la forma de caminar que, en una mujer, hace dar vuelta a los hombres por la calle. Esto representa el “cómo” del movimiento corporal, en contraste con el «qué»: no el acto de caminar sino la manera en que se hace; no el acto de estrechar la mano, sino la forma de hacerlo.
El conjunto de gestos
Uno de los errores más graves que podemos cometer en el lenguaje del cuerpo es interpretar un gesto aislado de otros y de las circunstancias. Rascarse la cabeza, por ejemplo, puede significar muchas cosas: caspa, piojos, sudor, inseguridad, olvido o mentira, en función de los demás gestos que se hagan simultáneamente. Para llegar a conclusiones acertadas, deberemos observar los gestos en su conjunto.
Podemos asegurar que como cualquier otro lenguaje, el del cuerpo tiene también palabras, frases y puntuación. Cada gesto es como una sola palabra y una palabra puede tener varios significados. Sólo cuando la palabra forma parte de una frase, puede saberse su significado correcto. Los gestos se presentan «en frases» y siempre dicen la verdad sobre los sentimientos y actitudes de quien los hace. La persona perceptiva es la que lee bien las frases no verbales y las compara con las expresadas oralmente.
La figura muestra un conjunto de gestos que expresan evaluación crítica. El principal es el de la mano en la cara, con el índice levantando la mejilla y otro dedo tapando la boca mientras el pulgar sostiene el mentón.
Otras evidencias de que el que escucha analiza críticamente al que habla, las proporcionan las piernas muy cruzadas y el brazo cruzado sobre el pecho (defensa), mientras la cabeza y el mentón están un poco inclinados hacia abajo (hostilidad). La «frase no verbal» dice algo así como «no me gusta lo que está diciendo y no estoy de acuerdo».
Además de considerar a los gestos agrupados y de tener en cuenta la congruencia entre lo que se dice y el movimiento corporal, todos los gestos deben considerarse dentro del contexto en que se producen. Por ejemplo, si alguien está de pie en la parada del autobús, con los brazos y las piernas cruzados y el mentón bajo en un día de invierno, lo más probable es que tenga frío y no que esté a la defensiva. Pero si esa persona hace los mismos gestos cuando está sentada frente a un hombre con una mesa de por medio, y este hombre está tratando de convencerla de algo, de venderle una idea, un producto o un servicio, la interpretación correcta es que la persona está a la defensiva y en actitud negativa.
La velocidad de algunos gestos y el modo en que resultan obvios para los demás está relacionada con la edad de los individuos. Si una niña de cinco años dice una mentira a sus padres, se tapará inmediatamente la boca con una o las dos manos. El gesto indica a los padres que la niña mintió y ese gesto continúa usándose toda la vida, variando solamente su velocidad. Cuando la adolescente dice una mentira, también lleva la mano a la boca como la niña de cinco años, pero, en lugar de taparla bruscamente, sus dedos apenas rozan su boca. El gesto de taparse la boca se vuelve más refinado en la edad adulta.
Cuando el adulto dice una mentira, el cerebro ordena a la mano que tape la boca para bloquear la salida de las palabras falsas, como ocurría con la niña y la adolescente, pero en el último momento aparta la mano de la boca y el resultado es un gesto tocándose la nariz. Ese gesto no es más que la versión refinada, adulta, del gesto de taparse la boca que se usó en la niñez. Esto sirve de ejemplo para mostrar que cuando un individuo se hace mayor, muchos de sus gestos se vuelven más elaborados y menos obvios.
Gestos al inicio de una conversación
El encuentro es un momento fundamental de la conversación y, a partir de él, se desencadenan una serie de estrategias a través de sutiles negociaciones no verbales que tienen lugar desde los primeros momentos. Los primeros 15 a 45 segundos son fundamentales, ya que representan la afirmación de una relación preexistente o una negociación. Aquellas pautas de comportamiento comunicativo, aquellas reglas de interacción que ponemos en funcionamiento para expresar o negociar la intimidad, son las que hacemos servir para hacerle saber a una persona si nos gusta o no. Y eso raramente lo hacemos de manera verbal.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Tipos de lenguaje



Las formas fundamentales o tipos de lenguaje son el oral (verbal), escrito y gestual (corporal o no verbal). Estas formas están influidas ya sea por el lugar, la ocasión, el contexto o por el efecto que el hablante o escritor desee conseguir en sus interlocutores, oyentes o lectores.

Para quienes les gusta las estadísticas, Albert Mehrabian de la UCLA (1967) manifestó que la comunicación es 55% expresiones faciales no verbales, 38% paraverbal (paralenguaje), referido a la entonación y pronunciadión de la voz, y 7% verbal. Podemos inferir claramente cual es la más importante y a la que más debemos poner atención.

Lenguaje gestual o corporal

Siendo el lenguaje el factor más importante en la comunicación, reconocemos que producimos y recibimos una cantidad muy grande de mensajes que no vienen expresados en palabras. Estos mensajes son los que denominamos no verbales, y van desde el color de los ojos, largo del cabello, movimientos del cuerpo, postura, y hasta el tono de la voz.

Hay tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de postura. Aunque podamos categorizar estos tipos de movimientos, la verdad es que están fuertemente entrelazados, y muy frecuentemente se hace difícil dar un significado a uno, prescindiendo de los otros.

Características generales de la comunicación no verbal:

  • La comunicación no verbal, generalmente, mantiene una relación de interdependencia con la interacción verbal.
  • Con frecuencia los mensajes no verbales tienen más significación que los mensajes verbales.
  • En cualquier situación comunicativa, la comunicación no verbal es inevitable.
  • En los mensajes no verbales, predomina la función expresiva o emotiva sobre la verbal.
  • En culturas diferentes, hay sistemas no verbales diferentes.
  • Existe una especialización de ciertos comportamientos para mejorar comunicación.
Estudioes refieren que cuando empezó a estudiarse la comunicación no verbal, ésta iba dirigida a gente de ventas, gerentes y ejecutivos, pero más tarde se fue ampliando de tal manera que hoy, toda persona, cualquiera que sea su vocación y su posición social, puede usarlo para comprender mejor el acontecimiento más complejo que se presenta en la vida: el encuentro cara a cara con otra persona, es decir la comunicación.

viernes, 11 de octubre de 2013

Metáforas en la comunicación


Es una etiqueta de percepción ambigua. De manera general incluye: anécdotas, parábolas, símiles, chistes, relatos. Yo comparto el criterio de calificarlas como historias irrelevantes. Es una de las mejores estrategias que uso en mis experiencias de hablar en público. Las metáforas hacen más fácil recordar porque permite ir más profundo del consciente y es más eficaz en el alcance de objetivos de aprendizaje. Las metáforas pueden tener varios sentidos que afectan a las personas en muchos planos; por ejemplo, los anécdotas y chistes captan el interés del público; pueden usarse para sacar de un estado demasiado serio o de pocos recursos a un público que se está durmiendo; también es útil para organizar parte o la totalidad de un evento de capacitación; puede enlazar temas, materias a manera de los conciertos de ópera en que cada tema musical da paso a un nuevo personaje correspondiente. Faculta organizar para retornar o regresar a temas particulares, también permite organizar diversas secciones, una dentro de otra.
La técnica consiste en empezar una historia e interrumpir sin terminarla mientras se pasa a exponer una sección del tema principal; luego cuando desee comienza un nuevo relato que deja también sin terminar mientras pasa a otra sección del tema del evento de capacitación; y así por el estilo las veces que considere y perciba útil. Desde el enfoque de la Programación Neurolinguística (PNL), a esta técnica se la conoce con el nombre de “bucles anidados” que en expresiones de Richard Bandler cocreador de la PNL, diría “La idea es unir una historia a la otra”. Una vez terminada o expuesta la última sección del curso, se debe desanidar empezando por el último relato o metáfora hasta llegar al primero.

La estructura del bucle anidado, sería:

  • Empieza la formación 
  • Relato A, interrumpe y pasa a material o sección A 
  • Relato B, interrumpe y pasa a material o sección B 
  • Relato C, interrumpe y pasa a material o sección C 
  • Relato D, interrumpe y pasa a material o sección D 
  • Relato (n), interrumpe y pasa a material o sección (n) 
  • Para salir, completa el bucle, terminando el relato D 
  • Termina el relato o sección C 
  • Termina el relato o sección B 
  • Termina el relato o sección A 
  • Fin de la formación
Las metáforas son útiles también porque según el relato, generan en el auditorio una gama de estados emocionales, favoreciendo a la instauración de anclajes de aprendizaje; los relatos influyen en las emociones y favorece la comunicación con el subconsciente; elegidos con cuidado, las historias irrelevantes son determinantes en el éxito de una capacitación.

A continuación un ejemplo de bucles anidados en un contexto de un seminario de autoafirmación:
  • Empieza con un relato A, interrumpes y evocas “aprensión” 
  • Presentas el material A, “Cómo manejar el miedo” 
  • Empieza con un relato B, interrumpes y evocas “curiosidad” 
  • Presentas el material B, “Cómo interesarse en sus respuestas ante la gente” 
  • Empieza con un relato C, interrumpes y evocas “Diversión, humor” 
  • Presentas el material C, “Cómo hallar el humor en una situación para quitar la tensión” 
  • Empieza con un relato D, interrumpes y evocas “Autoestima” 
  • Presentas el material D, “Cómo ser capaz de manejar una situación difícil” 
  • Empieza con un relato E, interrumpes y evocas “Fuerza” 
  • Presentas el material E, “Maneras de manejar una situación difícil” 
  • Terminas el relato E 
  • Terminas el relato D 
  • Terminas el relato C 
  • Terminas el relato B 
  • Terminas el relato A
Generalmente, el éxito de los “bucles anidados” depende de la calidad de los relatos, de la habilidad y congruencia del narrador.
Refiriéndonos al ejemplo, se puede inferir que este modelo pone a los alumnos en estado de aprendizaje para que saquen el máximo del material dado, instalando clandestina o encubiertamente una estrategia de manejo de situaciones difíciles. La secuencia sería, sentirse asustado que se convierte en sentirse curioso, que se convierte en sentirse humorístico, que se convierte en sentir su propia valía y en capacidad de manejar situaciones difíciles.
Como se puede percibir, esta técnica vale por un millón comparado con las interminables y aburridas discusiones teóricas sobre cualquier tema; ya que los alumnos recordarán más, por los sentimientos reales generados en la experiencia de aprendizaje.

Puedes aportar a esta historia irrelevante, si deseas

viernes, 4 de octubre de 2013

El lenguaje


Se consideran los procedimientos realizados con el fin de comunicarse. El ser humano posee el lenguaje más sofisticado entre los animales y se diferencia por tener dos sistemas básicos: oral y gestual; tiene un objetivo, la comunicación. Un discurso puede hablar de otros tiempos (pasado, presente, futuro), se trasmite de generación en generación, separa el contenido y su forma, el discurso hablado es intercambiable con lo que se escucha, advierte sucesos nuevos.

Tu lenguaje es tu vida. Tu lenguaje es un entramado de patrones verbales y no verbales que narran tu historia. El lenguaje es una poderosa herramienta, especialmente en el mundo de los negocios, la familia, el trabajo, etc. Si desarrollas la habilidad de mejorar tu lenguaje podrás:

· Mejorar la calidad de la información que intercambias con otros.

· Aumentar el nivel de entendimiento con tus interlocutores.

· Potenciar tu poder personal y el de los demás.

“Lo que se dice es casi insignificante comparado con cómo se dice”.

Para expresarnos de manera influyente es importante utilizar un estilo de lenguaje que cautive las mentes y los corazones de los oyentes. Ejemplo, “Los sentimientos del amor son más suaves y sensitivos que los delicados cuernos de un caracol.“ William Shakespeare.

Es así que a través del lenguaje simbolizamos y expresamos nuestra manera de pensar y sentir, así como también lo que queremos.

Es un alivio saber que no hay que ser un Shakespeare, un Cervantes o Juan Montalvo para escribir y hablar con un lenguaje rico y conmovedor. Llegar a comprender que el lenguaje es un proceso de codificación, y lo interesante es llegar a “codificar” el estilo oral o escrito de cualquier talentoso comunicador.

Si estudiamos la diferencia de estilo entre la presentación de un informe enriquecido, que motiva y despierta el interés, con otro que solo va a terminar en la papelera de un escritorio, determinaremos que el primero contiene un lenguaje que acapara la vista, el oído y los sentimientos. Igualmente a quién no le va gustar hablar y escribir de tal manera que sus interlocutores capten lo que deseamos transmitir.

Para lograrlo, es importante saber como involucrar todos los sentidos en tu modo de escribir o hablar. Lo primero es reconocer que los seres humanos tienen ciertas preferencias o formas de filtrar la realidad a través de los sentidos visual, auditivo y quinestésico, y si adaptas tu estilo de comunicación con el de tus interlocutores, estarás hablando en un mismo idioma o por el contrario si dos sistemas de comunicación son distintos resultará difícil comprender y captar lo que la otra persona intenta expresar.

Tu forma de hablar refleja tu forma de pensar.

Por ejemplo:

Si piensas visualmente, dirás cosas como:

· Veo lo que quieres decir

· Ahora lo veo claro

· Tiene buena pinta

· Mis ideas están un poco difusas

· Veo todo color de rosa

· El futuro es negro

· No me gusta el aspecto de este asunto

· Le espera un futuro brillante

· El camino esta despejado

· Hoy esta muy apagada

Si piensas en términos auditivos:

· Suena bien

· Me suena

· Te escucho

· Me alegro de oír eso

· Me rechinan los dientes

· Escucha lo que estas diciendo

· Me alegra que digas eso

· Ladra pero no muerde

Si piensas en términos sensorial / quinestésico:

· El dulce sabor del éxito

· El sabor amargo del fracaso

· Baja de las nubes

· Sus palabras me llegaron al corazón

· Te siento distante

· Me hizo vibrar